Podemos
entender en término generales a la Cultura como el conjunto de formas y
expresiones que se caracterizan en el tiempo en una sociedad determinada. Por
el conjunto de formas y expresiones se entiende e incluye a las costumbres,
creencias, prácticas comunes, reglas, normas, códigos, vestimenta religión y
maneras de ser que predominan en el común de la gente que la integra.
Partiendo de este concepto, cada
sociedad se compone de diferentes subculturas, ósea, una cultura dentro de otra
cultura. Los jóvenes son un sector estratégico importante en el desarrollo que
pueda tener una sociedad. Mannheim (1944) llega a afirmar que “la función específica
de la juventud es la de ser un
revitalizador, es decir, un eje desde el que articular procesos y prácticas de
renovación de la sociedad, un revulsivo que impele al cambio”.
En estos términos, la juventud tiene
sobre sus hombros el peso de relevar los procesos evolutivos de una sociedad.
El factor renovación representa una distinción de la generación anterior. La
juventud de hoy en el sentido cultural y de formas de expresión, es muy
singular y propia de la que fue la de épocas anteriores.
La juventud, con el paso del tiempo,
ha ganado terreno en el plano de reconocimiento de una cultura autónoma con sus
propias formas simbólicas de expresión, consumo, valores y dinámicas sociales.
Se ha dotado de una identidad propia. Como lo propone Pierre Bourdieu (2002)
“La juventud como fenómeno social sólo puede ser definida en términos de
cultura. Y hay cultura juvenil en la medida en la que ésta se sitúa como
renovación de la cultura en la que se inserta”.
Las culturas juveniles están
inmersas en un periodo de espacio y tiempo. Cambiaran a medida que el tiempo y
las condiciones sociales avancen. Los símbolos, las formas de expresión,
consumo y convivencia se verán determinadas por estos dos factores y como
cualquier caso, sufrirán cambios en mayor o menor medida según sea el caso.
“El primer gran factor estructurador
de las culturas juveniles es la generación como nexo que une biografía,
estructura e historia. Las culturas juveniles más visibles tienen una clara
identidad generacional” (Merino). Cada generación logra una identidad propia
dentro del espectro de la cultura juvenil. Situados en un mismo periodo de
espacio y tiempo, los grupos generacionales logran identificarse por
experiencias comunes vividas en un mismo periodo de tiempo.
A este enlace de tiempo y espacio es
lo que Mannheim denomina situación
generación como el punto en el que se unen tiempo histórico y las
condiciones sociales de históricas de existencia. El concepto hace referencia a
las condiciones sociales y culturales en que viven los sujetos porque
determinan modos de experiencia y conciencia posible.
Del planteamiento de Mannheim se
concluyen dos grandes aportaciones. Por un lado, la idea de que la coincidencia
en el tiempo no hace que se forme una generación. Y, por otro lado, la cuestión
del vínculo que da unidad a una generación. De esta forma, Mannheim subraya la
importancia del contexto social, de la forma de producirse el “ser-con-otro”,
porque permite que existan formas de conexión generacional.
Según Merino “Las generaciones se
identifican sobre todo por la adscripción subjetiva de los actores, por un
sentimiento de contemporaneidad expresado por recuerdos en común”. Las
generaciones deben tener formas y
símbolos que los unifiquen y determinen su existencia. Es por eso que las
condiciones sociales determinaran a una generación puesto será el momento
histórico que ellos vivieron y prevalecerá para siempre en sus recuerdos.
En la actual generación de jóvenes
ese vínculo que brinda el sello de contemporaneidad son sin duda las
posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen. Redes sociales, teléfonos
inteligentes, videojuegos, música electrónica etc. Son la punta de lanza que
unen a esta generación y le brindan el sentido de contemporaneidad que logra
distinguirlos de las generaciones anteriores. Las generaciones se identifican
sobre todo por la adscripción subjetiva de los actores, por un sentimiento de
contemporaneidad expresado por recuerdos en común.