A diferencia de otros de
sus colegas, fue un intelectual comprometido con las causas políticas;
consideraba que la filosofía “debía ser sacada al barro de la historia”; ósea
debía llevarse a la calle para hacerla llegar a la población y así crear
mejores individuos y mejores sociedades.
Su pensamiento le valió de muchos
seguidores en todo el mundo. Consideraba la libertad como el fundamento del
ser. Solía decir “El hombre vive alienado, pero antes de alienarse fue libre,
es posible la alienación porque antes existió la libertad, lo que hay que hacer
es volverla a conquistar”.
El hombre no es nada
El hombre no es nada porque carece de
una conciencia como tal. La conciencia nunca reposa en sí, intenciona sobre el
mundo, se encuentra arrojada hacia afuera y está en constante interacción con
el mundo que la rodea. Lo que existe es una conciencia de mundo; la conciencia
se encuentra en riesgo en el mundo por estar en constante interacción y por
ende es muy susceptible a ser transformada. La conciencia no está reposando, se
encuentra en constante interacción y por lo tanto, en constante en cambio.
La conciencia se ve en una continua
dinámica de proyectos. El hombre es proyecto, siempre hay una planeación, una expectativa,
algo nuevo que lograr. El ser humano siempre vive realizando proyectos, no es
un vegetal, vive en constante planeación de proyecto. Al verse en esta
dinámica, se crea una unidad entre conciencia y mundo.
La conciencia esta arrojada hacia
afuera, no reposa en si ni refleja ninguna materialidad, es libre de
intencionalizar sobre este mundo.
El ser en sí y el ser para si
El ser en sí son las cosas tal como
son y cómo las vemos; un árbol, un niño, una mesa etc. Son las cosas en su
pasiva materialidad. En cambio, el ser para si es proyecto, es salir de si y
eyectarse al futuro. En el ser para si, logramos idear proyectos, actuar y
sobre todo a elegir. El ser para si se va construyendo a través de su pasado,
es lo que eligió en su pasado. Somos las cosas del pasado, al ir eligiendo, nos
hemos ido eligiendo a nosotros mismo. Nuestras decisiones moldean nuestra ser y
lo definen.
El ser para si es puro proyecto, es planeación, decisión y movimiento. En
el presente el para si es nada porque
es puro proyecto, por lo tanto no tiene cabida en el aquí y ahora, su
intencionalidad se dirige hacia el futuro. La conciencia es pura sed, puro
proyecto arrojado para delante, no existe como una cosa dentro de nosotros,
existe mientras esta eyectada en el futuro para sus distintos proyectos.
El ser para si no es lo que es porque no es pasado ni presente y como
está proyectado al futuro es lo que
todavía no es.
La libertad como fundamento del ser
Según Sartre la existencia precede
la esencia. La existencia es algo que todo ser tiene al nacer, es algo dado al
nacer. El hombre común al nacer no tiene una esencia, no tiene un ser, se lo va
a tener que dar él y lo va a tener que conquistar. ¿Cómo logra darse el ser? Lo
logra eligiendo, nos damos nuestro ser a partir de nuestras acciones; elegimos
y en cada elección elegimos lo que somos, lo que queremos ser, somos
responsable de cada una de nuestras elecciones porque ellas tendrán el peso de
darnos el ser.
La libertad parte de una indeterminación,
una libertad determinada por algo no es libertad, es por eso que la libertad es
la nada, porque solo sin determinaciones podemos hablar de una auténtica
libertad, lo que convierte a libertad en imposible de concretarse de manera
absoluta.
El hombre está condenado a ser
libre, porque aunque se le niegue la libertad, su lucha va a ser siempre
recuperarla. Cuando perdemos la libertad, perdemos nuestro ser, nuestro ser se convertiría
en el ser otros hacen de nosotros.